Históricamente los feminismos del Sur Global se han ocupado de analizar la tenencia del poder, la colonización y el racismo, y sus implicaciones para la desigualdad de género y la justicia social. Las dinámicas económicas y políticas a nivel mundial han configurado el tejido social, y la definición y perpetuación de estereotipos y roles de género, que en nuestro contexto latinoamericano se ha materializado en desplazamiento forzado, explotación económica, precarización laboral, violencias sexuales y reproductivas, y violencia de género. La sociedad actual, inmersa en la digitalización, en la datificación y en el desarrollo tecnológico, se enfrenta a nuevos desafíos, que demandan una mirada feminista que visibilice las desigualdades de género, y cuestione las estructuras de poder de quienes detentan los datos, los algoritmos, y el desarrollo tecnológico.
Surgen preguntas cruciales ¿Cuáles son las consecuencias para las mujeres y poblaciones marginadas el desarrollo de la inteligencia artificial? ¿Son neutrales al género los modelos basados en datos? ¿Quiénes se benefician de los datos que diariamente generamos a través de las redes sociales y aplicaciones móviles? ¿Pueden las mujeres y las identidades no binarias tener una mayor participación en el desarrollo tecnológico y en la toma de decisiones basadas en datos? ¿Sin datos de género que tipo de modelos algorítmicos se están construyendo y que decisiones se están tomando?
Las respuestas no son simples ni simultáneas, sin embargo, hay una premisa clara: la tecnología, la inteligencia artificial, y los datos son sistemas sociotécnicos moldeados por estructuras sociales y de poder que repercuten en la equidad de género y pueden perpetuar los roles y estereotipos de género en diferentes contextos. Por ello, es fundamental analizar la brecha digital de género en materia de datos, conectividad, y apropiación digital, y analizar de manera atenta los sesgos de género en el desarrollo tecnológico, especialmente en sistemas de inteligencia artificial.
De acuerdo con Naciones Unidas, tomará aproximadamente 22 años cerrar la brecha de datos de género de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y de los 193 países que se comprometieron con la agenda 2030, ningún país tiene todos los datos disponibles sobre los indicadores de los ODS específicos por género (Naciones Unidas, 2022). En relación con la brecha digital de género en América Latina se estima que 4 de cada 10 mujeres en América Latina y el Caribe no tienen conexión a Internet y/o no pueden permitirse una conectividad efectiva (acceso a Internet, disponibilidad de dispositivos y habilidades básicas para su uso) (CEPAL, 2023), y el desarrollo de conocimientos en materia de inteligencia artificial, tiene poca participación de mujeres provenientes del Sur Global (Digitales & Guerra, 2022). A nivel mundial, las mujeres constituyen el 30% de los investigadores en todo el mundo. Esa representación insuficiente de las mujeres suele ser más frecuente en disciplinas técnicas como la IA y la informática (Loughran, Shah, & Monti, 2023).
Para abordar estos desafíos es indispensable, contar con un marco de análisis feminista que confronte los impactos del desarrollo tecnológico en las mujeres del Sur Global expuestas a condiciones de vulnerabilidad social y económica. En América Latina y el Caribe, son diversas las organizaciones y comunidades de mujeres que han tejido redes en torno a una agenda feminista que cuestiona la recolección, uso y análisis de datos, promoviendo la participación de mujeres en el diseño, implementación y evaluación de modelos de inteligencia artificial.
El activismo feminista en el ámbito tecnológico es fundamental para incidir en la agenda pública, influir en la asignación de presupuestos públicos que aumenten la disponibilidad y apertura de datos de calidad con enfoque de género, fomentar la formación y participación de mujeres en el campo de las tecnologías, ciencias y matemáticas, auditar algoritmos para reducir sesgos discriminatorios, y divulgar el impacto de la inteligencia artificial y el desarrollo tecnológico en la perpetuación de la discriminación y la desigualdad de género. Este llamado a la acción se torna especialmente importante al considerar acciones que deben partir por la reflexión de la tecnología como procesos colectivos, y su desarrollo desde conocimientos situados que reconozcan contextos, limitaciones, saberes y recursos.
Referencias
CEPAL. (2023). Superar la brecha digital de género es fundamental para lograr la autonomía de las mujeres y la igualdad sustantiva en América Latina y el Caribe. Recuperado de:
https://www.cepal.org/en/pressreleases/bridging-gender-digital-divide-critical-achieve-womens-autonomy-andsubstantive
Digitales, D., & Guerra, J. (2022). Hacia un marco feminista para el desarrollo de IA: de los principios a la
práctica. Recuperado de: https://www.derechosdigitales.org/wp-content/uploads/Fair_Doc_Esp.pdf
Loughran, R., Shah, H., & Monti, J. (2023). Editorial: Women in language and computation 2022. Recuperado de: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/frai.2023.1299100/full
Naciones Unidas. (2022). Llevará 22 años cerrar la brecha de género en indicadores de género de los ODS. Recuperado de: https://data.unwomen.org/features/it-will-take-22-years-close-sdg-gender-data-gaps